El espacio de En Comú Podem, que lidera Ada Colau, teme que su pacto con ERC para apoyar las cuentas catalanas caiga en saco roto tras las exigencias del PSC al Ejecutivo catalán en sus negociaciones sobre los Presupuestos de la Generalitat. A cuatro meses de las elecciones municipales, y en plena contienda en Barcelona con un PSC que sale ganador en las encuestas, la alcaldesa de Barcelona se opone a la ampliación del Aeropuerto de Barcelona, al espacio recreativo del Hard Rock Café y a la ampliación del Cuarto Cinturón que solicitan los de Salvador Illa.
Los comuns sellaron el pasado 14 de diciembre un acuerdo con ERC para las cuentas catalanas, pero no se incluía de forma explícita los vetos a algunos de los macroproyectos más polémicos que defienden los socialistas. Por esta razón, la alcaldesa de Barcelona ha dado instrucciones a su formación para presionar a ERC para mantener la misma línea contraria a estos proyectos, por mucho que necesiten al PSC para obtener una mayoría parlamentaria a las cuentas públicas.
El último en transmitir esta consigna ha sido el diputado David Cid, quien el pasado martes avisó al Govern de que «sería irresponsable que Cataluña no tuviera las cuentas por querer construir un casino de 1.000 tragaperras y 300 mesas de juego», en referencia al espacio recreativo del Hard Rock Café.
Colau ordena presionar a ERC
Pese a que los de Ada Colau siempre han apostado por un entente a tres bandas, con ERC y PSC, ahora quieren proyectarse como una fuerza «útil» de cara a los comicios municipales y desmarcarse de los socialistas. A este respecto, no dudarán en denunciar los incumplimientos de los compromisos adquiridos si los independentistas dan un giro de 180 grados en «su idea de país».
Las líneas rojas de En Comú Podem afectan a los grandes proyectos que exige Salvador Illa. El líder del PSC ha pedido, con el fin de desbloquear los Presupuestos, que el Govern tire adelante con la ampliación del aeropuerto del Prat y de la autovía del Cuarto Cinturón, así como con la construcción del Hard Rock en Salou.
De acuerdo con los socialistas, este macroproyecto generará más de 1.000 millones de euros de inversión y más de 13.000 empleos. Así que piden que el Govern apruebe el Plan Director Urbanístico con el fin de iniciar las obras este año. En su propósito, cuentas también con el apoyo de Junts per Catalunya.
División en ERC
Si en ERC hay división de opiniones respecto a estos proyectos, los comuns en bloque se han posicionado en contra de ellos por considerar que «trituran el territorio». Su apuesta es avanzar hacia «un país de trenes» y hacer efectivo el Plan Transformem Rodalies.
No obstante, saben que «por la derecha» de ERC se hallan Junts per Catalunya y el PSC presionando para hacer realidad estos macroproyectos. Y que ERC necesita a una de estas dos formaciones para que las cuentas se aprueben, ya que el apoyo de los morados no es suficiente. Como informó este periódico, el Govern eliminó el plazo legal de la ley de finanzas públicas con el fin de aprobar a tiempo los Presupuestos. Pero no lo ha logrado.
En una entrevista a El Món, el líder de la oposición afirmaba que no se sentía vinculado a los pactos que ERC hubiera negociado con los comuns, pese a que son aliados en el Gobierno de la nación. «No nos sentimos obligados ni concernidos en el acuerdo porque no hemos participado en la negociación», mantuvo Illa.
Con todo, es el Govern, a ERC en el Parlament, quienes tendrán que hacer equilibrios para tirar adelante los Presupuestos sin que eso afecte a sus relaciones con los comuns. theobjective